La visión apocalíptica de los cuatro jinetes montados sobre peculiares caballos, es la asociación inmediata al ver la obra de Delfín. Pero, en ella, los cuatro animales están libres, en una carrera desenfrenada sin riendas, sin monturas ni jinetes, que el trazo áspero del pastel expresa con fuerza y precisión de colores.
La historia de la casa Sojo, la de su entorno y de las poblaciones varias que fueron forjando su identidad, es también la expresión de su fuerza de trabajo, la determinación por avanzar y construir en libertad su futuro, con el brío colorido de caballos corriendo en la oscuridad del tiempo.